¿Una cuestión de imagen?
En una época donde los CEO de las empresas parecen ser “omnipotentes”, pequeños “ídolos”, no puedo más que emitir una pequeña mueca escéptica. Por varias razones: primero, el CEO es un empleado de lujo, pero no es más que un empleado al servicio de los accionistas; segundo, porque hoy en día estamos demasiado acostumbrados a la “imagen” —¡tal vez demasiado!— y poco acostumbrados a la realidad: “no es oro todo lo que reluce”, dirá el Quijote.
Hablaremos de un “CEO” de la Orden Teutónica, su empuje fue similar al de Steve Jobs con Apple. Si tengo que elegir, me quedaría coneste otro fundador—reconocido como tal por los historiadores alemanes—:Hermannvon Salza.
Hermannvon Salza es un personaje medieval y hay una separación de ocho siglos en los cuales se insertó una clave para ver al hombre: la imagen. El mejor exponencial de la imagen son los Médici: príncipes del Renacimiento que podían proyectar en las mentes de las otras personas una imagen que distaba—poco o mucho—de la realidad.
Ahora veremos por qué vale la pena elegir a Hermann de Salza por encima de Jobs.
Los Orígenes del Gran Maestre
Hermann era turingio, hijo de ministeriales del emperador: hombres de mediana condición—no nobles— que administraban territorios del fisco—¿su modesto origen será lo único que Jobs y Salza tengan en común?—, por lo cual, a lo sumo, podían ser “castellanos”. Gracias a su cercanía con la corte del Landgrave de Turingia, es probable que haya participado de la cruzada de Enrique VI—en la cual el emperador fue el gran ausente a causa de su repentina muerte— en la compañía de Hermann I de Turingia y se haya unido a la Orden Teutónica en ese tiempo.
El primer acto oficial que se lo menciona como Gran Maestre es en una misión diplomática enviada al rey de Armenia, en 1211, el cual tenía vínculos con el Imperio desde la cruzada de Enrique VI. También es una de las primeras fechas de adquisición de territorios en el extranjero de parte de la Orden Teutónica con el castillo de Amudain; pero ese mismo año, el rey de Hungría, Andrés II, va a llamar a los Teutones para que defiendan las fronteras del reino frente a los cumanos. Ese territorio húngaro lo conocerán como “Burzenland”. Y luego, en 1225, Conrado, duque de Masovia, acudirá a los Teutones para que defiendan sus territorios de los prusianos.
Los tres amigos o el “Tridente”: Federico II, Honorio III y Hermann von Salza
Desde octubre de 1210, fecha de coronación de Juan de Brienne, y febrero de 1222, Hermann estará presente en Tierra Santa y participará de la Quinta Cruzada; retornará a Europasólo para ver a sus dos grandes benefactores: Honorio III y Federico II. Era curioso: Honorio acudía a él para obtener ayuda con Federico; Federico acudía a él para obtener ayuda con Honorio; y él acudía a Federico para obtener ayuda con Honorio.Nunca necesitó ayuda para acudir a Federico porque los Hohenstaufen, desde los inicios de la Orden Teutónica, fueron benefactores de esta institución de la Iglesia. Pero vemos cómo este “Tridente”—así se lo llamaría en la NBA— facilitaba las gestiones exitosas para todos.
Federico II, impresionado por su integridad y piedad, le dona territorios en la ciudad portuaria de Brindisi. Siendo rey de Jerusalén confirma muchos privilegios, donaciones en territorios y en metálico, además de concesiones, para la Orden Teutónica. El emperador, después de su coronación en Roma, a la cual asistió Hermann, intercedió por la Orden: Honorio III, a pedido de Federico II, promulgó dos bulas a favor de los Teutones; la primera era para que el Temple dejase a los Teutones usar los mantos blancos en paz y la segunda era para elevar a la Orden Teutónica a un rango similar a la del Hospital y del Temple. Para reforzar aquella bula—“enforce” se dirá en el derecho anglosajón—, Federico II no sólo confirmó privilegios en Sicilia, lo cual incluía exenciones, beneficios y un hospital en Palermo; también les dio 200 onzas de oro de sus ingresos de la ciudad de Brindisi para que compraran los dichosos mantos blancos.
Honorio III tampoco se quedó atrás: ¡en un mes, Hermann obtuvo de él unas 50 bulas papales! No 10, no 20, ¡50 bulas papales!
En noviembre de 1225, estará presente en la boda de Federico II. En el mes de enero de 1226, el emperador pondrá a la Orden Teutónica bajo su protección y meses después, en marzo, promulgará la Bula de Oro en la ciudad de Rímini: el Gran Maestre de la Orden Teutónica, en el Imperio, tendrá el rango de “Príncipe Imperial”.
El ascenso a la fama en Damieta
Hermann participó activamente de todas las etapas de la Quinta Cruzada: en la primera etapa del rey Andrés de Hungría en Acre; en la construcción de Atlit para los templarios; en la captura de la Torre de las Cadenas y la conquista de Damieta, además de la negociación al final de la cruzada. Morton dice que la Orden Teutónica tuvo “un ascenso meteórico en su fortuna”.
En el año 1217, después de estar en la corte papal, se encuentra con los hermanos Montaigu, Pedro y Garin, respectivos grandes del Temple y del Hospital, para la proyección de la cruzada. Al año siguiente ayudó en la construcción de la ya mencionada fortaleza de los templarios, Atlit; y en mayo de ese mismo año, desembarca en Damieta.
En febrero de 1219 ocupa el campamento abandonado por los sarracenos en el banco Oeste del río Nilo. Participó de varias batallas, incluyendo la defensa del campamento de los templarios: el 31 de julio fue atacado agresivamente por los sarracenos.
Durante la campaña, no solamente recibía cartas que el Papa le escribía a los principales líderes, también recibía partes iguales del dinero que llegaba de Occidente para las órdenes militares.
En su ausencia, porque durante la cruzada Hermann vuelve a ver al Papa en el año 1220, los Teutones sufren varios reveses: el Gran Comendador y el Mariscal cayeron prisioneros en una razzia y perdieron un barco de su flota cargado de provisiones para el campamento. La Ordentuvo una pequeña crisis a causa de esa “acefalía” en Tierra Santa: los Hermanos caballeros se “relajaron” un poco. A pedido de Hermann, el Papa les escribió para que volvieran a asumir sus obligaciones.
Durante la cruzada fueron muchas y muy altas personalidades las que se impresionaron por el comportamiento de Hermann von Salza y los Teutones: Oliverio de Paderborn, que los alabó mucho; el duque de Austria, Leopoldo VI el Glorioso; Gualterio de Brabante; el conde Adolfo de Berg; el conde Alberto de Tirol; Federico de Baden; el conde Enrique de Bar y no pocos barones de Tierra Santa que también comienzan a cooperar.
En julio de 1221, de vuelta en Egipto, Hermann tiene que negociar la rendición de Damieta con Al-Kamil, acompañado por los otros dos grandes maestres, el del Hospital y el del Temple; y también debe ser uno de los rehenes que garantice el cumplimiento del acuerdo.El 5 febrero de 1222 tiene que reportar el fracaso ante el Papa y Federico II, quienes quedan en el ojo de la tormenta por el fracaso; esta fecha es muy curiosa porque ese mismo día le otorgan a la Orden Teutónica la iglesia de Santo Tomás en Barletta, donde sería sepultado el Gran Maestre —en la actualidad no quedan rastros de su tumba—.
El Príncipe Imperial, la expansión de la Orden Teutónica en Oriente y la Sexta Cruzada
En esta cruzada, la Sexta, al Gran Maestre se lo equipara con San Bernardo de Claraval con la Segunda Cruzada: ambos fueron decisivos para impulsarlas.
Desde 1222 hasta 1227 está en Europa, organizando la cruzada: habla con el Papa, con Federico II, recluta caballeros en Alemania y desde 1227 hasta 1230 estará, mayormente, en Tierra Santa.
Lo importante de la década de 1220 se refleja en la consolidación y extensión de los privilegios de la Orden Teutónica, tanto aquellos que son otorgados por el Papa como los de Federico como Emperador, Rey de Sicilia y Rey consorte de Jerusalén.
Ni bien termina de reclutar caballeros en Alemania—desde enero hasta julio de1227—, viaja al sur y marcha con la flotilla personal de Federico II. Si bien el emperador se vuelve, Enrique de Limburgo, Hermann von Salza y otros más siguen su camino a Jerusalén. Una vez en Acre, Hermann no permanece ocioso: participa del raid que recupera Sidón, ayuda a fortificar Cesarea y comienza con el trabajo de las de las tres fortalezas principales de la Orden Teutónica en Tierra Santa: Montfort—en alemán es conocido como Starkenberg—, Judin y Castellum Regis; todas estas fortalezas—derruidas— eran parte del patrimonio del Senescal, JoscelinoIII de Courtenay, cuyos derechos habían sido comprados a su heredera. Es durante la maestría de Hermann donde se producen la mayor cantidad de donaciones en territorios, y la visión de este Gran Maestre era, a los efectos prácticos, la siguiente: aglutinar el territorio, convirtiéndolo en un “estado/principado”.
Lo hicieron en Prusia, también en Hungría hasta que el rey Andrés II, el mismo que los llamó, los expulsó. No sé cuánto aportó Hermann von Salza a esta visión de la Orden; pero probablemente estuviese influido por la siguiente idea: la misión de la Orden Teutónica era vigilar las fronteras de la Cristiandad, tanto en Oriente como en Occidente, y por esa misma razón formaba un bloque sólido en los límites de los diferentes reinos. Este enfoqueunifica la visión de la Orden Teutónica, formar bloques sólidos territoriales, y la de Hermman, proteger las fronteras de la Cristiandad.
Durante la cruzada será el fiel compañero de Federico II y participará de su coronación en Jerusalén. Lo aconsejó respecto a las órdenes militares y clero de Tierra Santa; también en sus tratados con el viejo conocido: el sultán al-Kamil. Y ya coronado, una vez en Acre, un Hermano de la Orden, Leonardo, traía noticias de la invasión de los ejércitos papales en Apulia.
El Gran Mediador de Federico II
Acompaña al emperador en su retorno a Sicilia, y a partir de entonces se abre una nueva etapa en su carrera: gran mediador de Federico II. Había participado de todas las negociaciones pertinentes al casamiento de Federico con Isabel de Brienne y la Sexta Cruzada. Pero a partir de la década de 1230 todos los que quieran llegar a Federico van a querer usar solamente un canal: el Gran Maestre de la Orden Teutónica. Por dos razones: 1°, era el único al que Federico escuchaba—al menos en lo que era política exterior—; 2°, porque cuidaba de los intereses de los demás.
Rápidamente negocia la paz con el Papa a favor de la Orden Teutónica, ya que el Patriarca de Jerusalén había denostado al Gran Maestre; también lo reconcilia con el emperador —¡y en buena hora, ya que el ejército papal fracasó miserablemente en Apulia! —y fue la única persona presente en el encuentro tête à tête de Federico II y Gregorio IX en Anagni, llevado a cabo el 1 de septiembre de 1230.
ederico II alabará la “constante fidelidad y loable devoción” del Hermano Hermann; gracias a sus servicios prestados, recibe otorga nuevas donaciones para la Orden Teutónica en Sicilia. Durante las negociaciones entre el Papa y Federico II, los Teutones tomaron en custodia las fortalezas limítrofes del reino de Sicilia.
Desde 1230-1236 se ausentará en Tierra Santa; irá una vez en 1234 y una última vez en 1236. En 1234 irá con el Patriarca de Antioquía, Alberto de Rizzato, para negociar con los Ibelinun acuerdo—hay que tener en cuenta que la Guerra de los Lombardos ya había terminado—y una última vez en 1236, probablemente para ver los avances de la fortificación de Montfort/Starkenberg; y gracias a su cercanía con Gregorio IX obtendría nuevos ingresos para completar la fortaleza. También el Mariscal Ricardo Filangieri, luego de la derrota de Agridi y la rendición de Kyrenia, le agradecerá su leal ayuda.
Una vez de vuelta en Europa, en 1235 deberá persuadir al hijo rebelde del emperador, Enrique (VII); a pedido de Enrique III, será un negociador durante la gestión del casamiento entre Isabel de Inglaterra y Federico II; y representará al partido imperial en los diálogos con las ciudades lombardas en 1235 y 1237. Ese mismo año, en 1237, también se incorpora la Orden de los Caballeros Portaespadas a la Orden Teutónica.
Al año siguiente, en agosto de 1238, viaja a Salerno para “recuperar su salud”, precisa el cronista Ricardo de San Germano. Al año siguiente, el 20 de marzo de 1239, fallece en esa misma ciudad. Al enterarse de su muerte, Gregorio IX, que tanto alabó su sabiduría mientras vivió, decidió excomulgar a Federico II.
Conclusiones y reflexiones sobre Hermann von Salza
Romano Guardini en “Libertad, Gracia y Destino” decía que el gran centro de gravedad sería la “creatividad”. ¡Y lo dijo en 1948, antes del nacimiento de Steve Jobs!Tal vez tenían otra cosa en común estos dos “ceos”: tenían a hombres extraordinariamente capaces como subordinados y lugartenientes. Al día siguiente de sus muertes ocurrieron diversas cosas: los enemigos de Jobs lo denostaron y, en el ambiente de Hollywood, donde debería “color de rosa”, no lo dejan bien parado, y ni hablar de los rumores negativos que se esparcieron; el papado se expidió diciendo que se había perdido a un gran inventor.
Cuando el Gran Maestre murió, Gregorio IX se sintió desinhibido y excomulgó a Federico II—¡nuevamente! —y no hay una “leyenda negra” sobre Hermann. No tenía dos caras, no tenía una “imagen” como si fuese un príncipe del Renacimiento. Lo conocemos, dentro de todo, tal como realmente era él; y su imagen es un reflejo real. Ni hablar de que entre los círculos de personalidades a las que influía estaban los Papas y al prácticamente inaccesible Federico II.
Siempre tuvo presentes tres objetivos que determinaron su forma de trabajar, tanto como Gran Maestre y hombre de influencia: 1°, trabajó incansablemente para defender las fronteras de la Cristiandad, por esa razón todas las adquisiciones territoriales que aceptó eran para custodiar las fronteras; 2°, mantuvo la paz de manera especial entre la Iglesia y el Imperio, era la mejor manera de asegurarse de que los recursos no se desperdiciaran en las “Querellas de las Investiduras”; 3°, aprovechó y maximizó cada oportunidad para ganar beneficios temporales y espirituales para la Orden Teutónica mediante su inigualable diplomacia.
Ningún “fundador”—propiamente no lo es, pero se lo considera como tal— de ninguna orden religiosa tuvo tanto peso en lo político, ni tuvo tanto impacto en su crecimiento como Hermann von Salza. Y ninguna Orden tuvo “principados” propios como la Orden Teutónica.
El impacto político, económico y social que tuvo este Gran Maestre, tanto en Oriente como en Occidente, puede al menos ayudarnos a considerarlo como un “CEO exitoso”. Eso sí, ni hablar de su vida personal, porque como dijimos arriba: lo conocemos tal como es; no su “leyenda”, sino que él es real.
Si bien nos quedan las biografías, también hay una estatua en el Marienburgo donde podremos contemplarlo de un modo inexperimentado mientras vivió: quieto.